Importancia de un ambiente seguro y provisto de estímulos: su impacto positivo en la funcionalidad de los adultos mayores.



 




Cuando pensamos en mejorar la calidad de vida de los adultos mayores, es frecuente pensar en un ambiente seguro. "Realmente creo que reducir los riegos de los accidentes domésticos es importante y hace a la calidad de vida de la persona. Sin embargo, hay otros conceptos como brindar un ambiente provisto de estímulos positivos que no es menos importante, y hasta me animo a decir, que este último es el que impacta más en la mejoría de la calidad de vida de un adulto mayor", asegura la Lic. Paula Fernandéz Pane. 


¿Podríamos decir, entonces, qué un ambiente amigable, positivo, es aquel que no solo es seguro, sino que también es rico en estímulos?


Si, absolutamente. El ser humano busca constantemente adaptarse al medio que lo rodea. Frente a un estímulo, ya sea positivo o negativo, la persona responde. Dependiendo de cuál sea esa respuesta, podemos decir que una persona tiene una adecuada respuesta adaptativa al medio que lo rodea o que la respuesta es inadecuada.


¿De qué manera se enriquece el ambiente con estos estímulos?


Los estímulos del ambiente entran por los sistemas sensoriales de la persona: la vista, el oido, el olfato, el gusto, el tacto, el sistema vestibular, relacionado con el equilibrio y el control espacial, y propioceptivo, relacionado con el control de los movimientos corporales. Por ende, para brindar un ambiente rico en estímulos debemos buscar un equilibrio adecuado entre los estímulos visuales, auditivos y sensoriales que provee el medio en donde el adulto mayor habilita. Comencemos por la vista. Un ambiente donde entre la luz del sol por la mañana favorece la respuesta y activación del ritmo circadiano, el ciclo natural de los cambios físicos, mentales y de comportamiento que experimenta el cuerpo en un cielo de 24 horas. A lo largo del día, tener una adecuada iluminación favorece no solo poder ver por donde nos movemos y evitar caídas, sino que también nos facilita la identificación de objetos que estamos buscando, la accesibilidad a la lectura de un libro o una receta que queremos preparar. Lo mismo ocurre con los estímulos auditivos. Si una persona no escucha bien la conversación que están teniendo las personas alrededor de ella, difícilmente pueda entrar en dialogo o hacer un comentario apropiado. Es común escuchar a familiares de adultos mayores decir que estos últimos rechazan ir a reuniones sociales o que en las mismas se aíslan y permanecen callados sin participar. La comunicación mejora cuando las personas están en un ambiente con poca contaminación sonora, con un numero reducido de personas y atendiendo a una sola conversación a la vez. Para una buena comunicación y facilitar la comprensión, el uso de la gestualidad como complemento es una buena sugerencia. Recordemos que todos los sentidos pueden verse disminuidos con el paso de los años; el olfato y el gusto también suelen disminuir, como pasa con la audición y la vista. A la hora de realizar las comidas, los aromas, como el café las especias o condimentos, suelen ser un buen incentivo para desear, no solo comer, sino que también favorecer la preparación de las mismas.


¿Y en cuanto a la movilidad?


Como comenté antes, hay dos sistemas que entran en juego. Están todas las sensaciones corporales que nos indican cómo está nuestro cuerpo en el espacio, que es el sistema propioceptivo, y también todos los ajustes que vamos haciendo gracias al sistema vestibular para, por ejemplo, hacer un paso más largo, si tenemos que sortear un obstáculo o si tenemos que levantar más el pie para subir un escalón. Estos sistemas también se ven afectados por el paso del tiempo. Por eso, entre otros motivos, podemos observar que el tiempo de desplazamiento de un adulto mayor aumenta y sus movimientos son más lentos. Por lo tanto, eliminar obstáculos, como pueden ser adornos o mobiliario, puede ser una opción para brindar un ambiente seguro. En el baño podemos colocar agarraderas que favorezcan la seguridad al entrar y salir de la bañera, así como también colocar alfombras antideslizantes tanto dentro como fuera de la misma. 


¿La vida social podría decirse que es uno de los estímulos más importantes?


Los seres humanos somos en esencia seres sociales. El ambiente físico que rodea al adulto mayor puede adecuarse con las sugerencias antes mencionadas, pero la fuente de estimulación que genera el contacto social es incomparable y deben proveerla todas aquellas personas que interactúan con él. Compartir recuerdos, preguntarles por consejos pueden ser buenos temas de conversación. Expresar los sentimientos y favorecer que ellos expresen los suyos, también es importante. Imagínense ahora, luego de compartir estas ideas, lo enriquecedor y positivo que puede ser una breve salida a tomar un rico café, sintiendo el tibio calor del sol en una linda tarde de otoño y, simplemente, compartir una mirada, una sonrisa, un afecto.


Unite a la conversación
Suscribite al Newletter de Permanencia Plus
Y recibí nuestra revista bimestral sobre el cuidado de los adultos mayores.